Somos un grupo de personas procedentes de distintos lugares que de vez en cuando se reúne para crear y pasar un buen rato. Nuestros trabajos son efímeros, callejeros y se caracterizan por el uso de materiales biodegradables. Tras haber decorado un campo de cerezos en flor con artefactos de papel o reproducido los toros alados de Dur Sharrukin con carbón natural y tiza en una vieja muralla del siglo XVI, esta vez queremos darle un empujón a la primavera en la plaza de los Carros de La Latina. Ciento volando, la obra que presentamos ahora, es una pequeña intervención urbana al aire libre que rinde homenaje a la belleza de las cosas sencillas.