Román Linacero
«El exceso de estímulos e información al que estamos expuestos cada día, paradójicamente nos anestesia. Cada día nos cuesta más emocionarnos o tener sentimientos genuinos. Por eso cuando trabajo, solamente procuro ser honesto conmigo mismo y despertar algo en quien ve mi obra. No me importa mucho que ese «algo» sea miedo, risa, asco o ternura. Es válido tanto un […]