Julia Rico Ortega es la coordinadora de Habitar la Línea, un espacio situado calle Amparo en Lavapiés y dedicado a las artes plásticas. Promueve la creación y el uso del arte como elemento de transformación y mejora de nuestra realidad cotidiana. www.habitarlalinea.com
¿Porque os mudasteis a Lavapiés?
La elección fue una elección personal, porque llevamos viviendo aquí más de 10 años y el barrio nos gusta, estamos de alguna manera integrados en él y queríamos formar parte activa de la riqueza cultural en la que vivimos. Y con lo que sabemos o no hacer, queríamos formar parte del barrio de Lavapiés. Buscamos un local para poner en marcha el proyecto y así nació Habitar la Línea.
¿ Y cómo os enterasteis de la existencia de Los
Artistas del Barrio?
Los Artistas del Barrio los descubrimos antes de nosotros participar en el proyecto. Éramos visitantes y nos pareció siempre una oportunidad espectacular, mágica. Era alucinante la posibilidad que te daba el evento de llamar al telefonillo de tu vecino, subir a la casa y descubrir universos mágicos. Con esto teníamos un referente extraordinario. Cuando empezamos Habitar la Línea y vimos que podíamos también participar, no tuvimos ninguna duda en ponernos en contacto y lanzaros una propuesta para que nos incluyerais.
¿Cuál es el interés para un artista conocer a su público?
Yo creo que tal y como está la situación cultural ahora mismo en España, en Madrid, los recursos que tengamos, que den la opción al artista de tener un pequeño escaparate y que alguien pueda ver lo que está haciendo, e intercambiar unas sensaciones con el artista, es ya muy positivo. No es fácil acceder a galerías, a espacios donde puedan hacer una exposición, los recursos de los que disponen los artistas a nivel económico son muy escasos. Se trabaja de una manera precaria y casi podríamos decir que por esa precariedad es amateur.
Entonces creo que la oportunidad que la da Los Artistas del Barrio es positivo.
Cuéntanos una anécdota sobre Los Artistas del Barrio.
Destaco una porque tuve esa sensación de estar viviendo un momento mágico. No me acuerdo exactamente como se llamaba el artista. Sé que era su casa, era una buhardilla en la calle Ave María, y cuando llegamos la puerta estaba entornada. Entramos y era como una película de Almodóvar. Era todo hiperbarroco, lleno de color, de objetos y él estaba sentado en una especie de «butaca-trono».
«Queríamos formar parte activa de la riqueza cultural en la que vivimos.»
5 preguntas a Julia Rico Ortega
¿Qué obra de arte te hubiese gustado hacer?
[piensa] Me gusta mucho Santiago Sierra, con sus performance y demás. Me parece muy interesante. Y no se cualquiera de sus obras me hubiera encantado. Me gusta mucho el arte político y el arte que se implica, que tiene una reivindicación social.
¿Qué gran proyecto tienes en el cajón y todavía no lo has sacado?
El desarrollar más mi proyecto artístico. Soy licenciada en bellas artes y empecé con un proyecto artístico que está en pausa porque Habitar la Línea ha copado todo mi tiempo y mi energía. Es un proyecto artístico que tiene un componente político y social de reivindicación. Un trabajo con pintura, con dibujo, con el espacio. Siempre me han interesado mucho el tema de las instalaciones.
¿En qué siglo te hubiese gustado vivir?
Yo creo que ahora en la actualidad, sobre todo ahora que estamos en plena resaca electoral, vivimos un momento muy bonito.
Quizás me quedaría donde estoy, porque tenemos muchas posibilidades de seguir la lucha y echar la maquina atrás, jolín… anda que no ha sufrido, no sé si quisiera.
¿Si tendrías que dejar tu disciplina por otra, cual sería?
¡La danza! Estudié antes danza y no desarrolle esa línea. Si tuviera que volver a estudiar, quizás sí, apostaría por ella.
¿Cuál es la última película / el último libro / disco que te gustó?
Hemos hecho estos dos últimos meses, aquí, un ciclo que lo hemos denominado «Habitar el 15-M». Proyectamos cuatro pelis relacionadas con movimientos sociales. Las cuatro fueron fantásticas pero la de Cecilia Barriga «Tres instantes, un grito» me parece una película extraordinaria. Cuenta tres instantes que se generan en el mismo momento: el 15-M en Madrid, la ocupación en Wall Street y la reivindicación estudiantil en Chile.