Madrileña de nacimiento, italiana de adopción, viaja a Roma cada año para visitar a su familia. “Viajar me inspira enormemente, nuevos espacios, nuevos ambientes…”.
Conocemos a Adriana Roslin (cuyo apellido adoptó tras enamorarse de una novela de Henning Mankell) en medio de una sesión de fotos, vemos cómo trabaja, y la pasión por la fotografía le sale por los poros. Cualquiera diría que empezó a fotografiar con su pequeño Nokia. Fue en 2013 cuando decidió invertir en una buena cámara, dejarlo todo, y dedicarse al 100% a su trabajo.
Empezó siendo extremadamente minimalista, colores blancos y tonos más apagados, como el estilo de Pablo Alzaga. Pero confiesa que “poco a poco he ido obligándome a salir de mi zona de confort y ha sido lo más divertido e interesante que he hecho”. Aún así, la geometría y la arquitectura siguen siendo puntos clave en todas sus obras.
Le preguntamos por sus referentes y nos habla con pasión de Sorolla. Visitar su casa museo en Madrid le hizo admirar aún más a este artista. “La pincelada es irregular y siempre ves pegotes en todos sus cuadros si te acercas; eso es lo que lo hace tan real y especial yo creo y a la vez que consigue mantener un minimalismo y una armonía”. También le encanta la estética oriental (y el cine coreano), gusto que comparte con “El Pablo”, el estilista con el trabaja actualmente. “El cine es una fuente de inspiración inmensa, hay que ver más”.
Su proceso creativo consiste en observar. Si no observas, no llegas a nada. “Internet me permite hacer esto porque es rápido y efectivo. Escribo mis ideas y las comparto con Pablo. Busco constantemente innovar en mi trabajo y hacer cosas que no se hayan hecho o recuperar las que se hayan olvidado”. Después lo más importante para Adriana es encontrar la localización perfecta, es lo que tiene preferencia en cada sesión.
Sueña con fotografiar a Bryson Tiller, cantante y producor estadounidense. “No se deja hacer muchas fotos y he estado obsesionada una temporada con su primer disco, me transmite mucho sobre todo musicalmente. Aún no sé cómo se las haría, pero serían al aire libre seguro”. En su Spotify también suenan sin parar Zayn, Moderat, Sevdaliza…
Tiene nuevos proyectos entre manos: «he hecho una campaña de un producto que no se acerca nada a la moda y próximamente tengo otro más. Me gusta hacer cosas distintas. A veces salirse de moda es divertido».
Peli: «The Handmaiden. Es una película coreana que estéticamente fue mind-blowing para mí».
Serie: «Sexo en Nueva York. Siempre. Me cambió la vida. La gente que se ríe de esa serie por ser de chicas y de sexo y ropa es gente que no la ha visto».
Libro: «El último libro que me he leído se llama La casa de las bellas durmientes. Es un libro japonés que trata de los recuerdos que tiene un anciano de todas las mujeres que pasaron por su vida a medida que visita un burdel muy muy particular. Es disturbing y genial a la vez».
¡Gracias por todo, Adriana!